domingo, 17 de enero de 2010

“Luego, la naturaleza”

Luego, la naturaleza
Devoró las anécdotas,
La ciudad se sumergió, espantada,
En el diurno y solitario,
Histórico mar de la memoria,
Olvidando las raíces
De su génesis.
Infierno para algunos,
Paraíso exclusivo para otros,
Los hombres sin piel
Se atrevieron a salir de sus escondites,
Quemaron espermas,
Inseminaron tierras desconocidas
Y nacieron hijos
Con árboles y música,
Ideas eternas,
Formas representadas
(la raíz fue la proyección
de un tren sobre una tela
intacta).
Y un Dios espectador
Los bautizo sonriente,
Magnifico
Y se hecho a contemplarlos
Exhausto.