martes, 13 de septiembre de 2011

(reflexiones desde Antartida)




(reflexiones desde Antartida)
conclusión;
ego intenta
dejar rastros para no ser olvidado
luego
se amalgama a la memoria universal
y ya no tiene

nombre


tengo
cientocincuenta años
soy
cientoveintiséis fragmentos
cientoveintiséis sobrevivientes
(no)
tal vez
tengo mil quinientos años

y soy

una partícula
que se disuelve en el
laberinto